Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



lunes, 17 de enero de 2011

El Pitayovai


Llamado también Talonyovai, son genios malignos que tienen el aspecto de indiecitos y habitan en las selvas del Alto Paraná, en el litoral argentino, también en el Chaco paraguayo y se dice que son antropófagos.
Tienen los pies sin dedos y los talones para adelante (su nombre en guaraní significa: talón frente a frente), de esa manera desconcierta a todo aquél que intenta huir de él.
Poseen como arma hachas de doble filo, y subiendo en los árboles, esperan a que alguien pase para tirarse encima y matarlo. Ahorcan, muerden, destrozan y devoran a la gente que atrapan.
Como comenta Elena Bossi, aún se recuerda cómo durante la guerra del Paraguay con Bolivia, en 1932, el Pitayovai mató a muchos soldados destinados al monte.

Nyx, La Diosa de la Noche


Nyx, hija del Caos y hermana de Érebo (las tinieblas infernales o subterráneas), representa la noche, la tiniebla sublunar. Nyx es la madre de el Sueño (Hypnos), la Angustia, el Engaño, la Suerte, la Ternura, la Discordia, la Vejez y la Muerte (Thánatos). También es la madre de las "ninfas del ocaso", las Hespérides. Tiene su residencia en el extremo oeste, más allá del país del Atlas.

Esquilo la describe en su carro tirado por negros caballos que atraviesa de noche el cielo con su manto cubierto de estrellas; para Esquilo es buena consejera y madre de la Erínyas. En el friso del altar de Pérgamo, obra helenística hoy en el Museo de Berlín, Nyx aparece como una mujer cubierta con una larga túnica de pliegues.

Se tienen pocos datos sobre su culto pero parece que se le sacrificaban gallos y ovejas negras. Su animal sagrado era el búho y su planta simbólica, la adormidera.

Javier Tomeo escribió para la inauguración de la XL edición de Teatro Clásico de Mérida (1994) su obra titulada "Los bosques de Nyx"; fue dirigida por Miguel Bosé. En Marzo de 2007 el aula de Teatro de la Universidad de Zaragoza reestrenó esta obra, dirigida por Marián Pueo, en el Teatro Principal de Zaragoza.

La historia que se explica en "Los bosque de Nyx", construída con personajes de Esquilo, Sófocles, Eurípides, Menandro y Homero, es los recuerdos, juntos en un mismo tiempo y espacio, de 12 mujeres que perdieron a sus amados en la guerra de Troya। Las mujeres de "Los bosques de Nyx" pertenecen a la leyenda de Troya, pero sus rostros nos son conocidos a través de los autores griegos citados, que escribieron sus obras mucho después de la destrucción de la legendaria ciudad.


Estas mujeres enlazan los tiempos arcaicos con nuestro siglo XXI. En unas se condensa el dolor universal causado por las guerras, en otras la guerra se hace cuestión personal, asunto de amantes. Todas ellas perduran una eternidad en los ficticios bosques de Nyx, diosa de la noche, madre del sueño y de la muerte. A estos bosques va a buscarlas un mensajero actual y les pide ayuda para parar otras guerras, las de hoy y mañana. Las doce mujeres nos cuentan su historia personal y así, mientras ellas se liberan su dolor, el mensajero se alimenta de las penas vividas y los amores recordados de esas míticas mujeres.

Del Caos Al Universo


Antes de existir el mar, la tierra y el cielo, continentes de todo, existía el Caos. El sol no iluminaba aún el mundo. Todavía la luna no estaba sujeta a sus vicisitudes. La tierra no se encontraba todavía suspensa en el vacío, o tal vez quieta por su propio peso. No se conocían las riberas de los mares. El aire y el agua se confundían con la tierra, que todavía no había conseguido solidez. Todo era informe. Al frío se oponía el calor. Lo seco a lo húmedo. El cuerpo duro se hincaba en el blando. Lo pesado era ligero a la vez. Los dioses, o la naturaleza, pusieron fin a estos despropósitos, y separaron al cielo de la tierra, a ésta de las aguas y al aire pesado del cielo purísimo. Y, así, el caos dejó de ser. Los dioses pusieron a cada cuerpo en el lugar que les correspondía y estableció las leyes que había de regirlos. El fuego, que es el más ligero de los elementos, ocupó la región más elevada. Más abajo, el aire. La tierra, encontraba su equilibrio, la más profunda.

Hecha aquella primera división, los dioses redondearon la superficie de la tierra y puso límites al airado mar. En seguida, añadió las fuentes, los estanques, los lagos, los ríos, corrientes por la tierra y devorados por el océano. Él mandó extenderse a los campos, cubrirse de hoja a los árboles, elevarse a los montes y a los valles hundirse. Y así como el cielo estaba dividido en cinco zonas- dos a la derecha, dos a la izquierda y una en el centro, que es la más ardiente-, así mismo quedó dividido el universo. De las cinco zonas la del medio quedó inhabitable por el fuego; las dos de los extremos quedaron envueltas en nieves; únicamente las centrales ofrecieron templanza a la vida. Sobre éstas se elevó el aire, más pesado que el fuego, pero menos que el agua y la tierra; y en él se dieron las nubes, la niebla espesa, los truenos que espantan a los hombres, los vientos que forman vorágines y los granizos. El autor del mundo estableció la armonía en esta región: sin ella se hubieran desecho entre sí los elementos. Al euro e hizo soplar hacia Oriente. Hacia el Occidente al céfiro. Al bóreas le empujó hacia el Septentrión, y al austro hacia el Mediodía. Y por fin, dejo que el Éter, sin peso y sin escoria, formase ese color azul que llamamos firmamento.

¿Rea o Cibeles?


Rea es una de las Titánides y, por tanto, hija de Urano y Gea; es también hermana y esposa de Crono. Simboliza la rebelión contra el marido que se considera dueño y señor de sus hijos y no permite a la madre disfrutar de ellos. Rea engaña a Crono y de esa forma conseguirá salvar a Zeus, quien encabezará la rebelión contra su padre. Zeus será ayudado en la lucha contra su padre por los Titanes, hermanos de Crono.
Rea es madre de Hestia, Deméter, Hera, Hades, Posidón y Zeus. En época romana algún mitógrafo griego considerará que Rea se encarnó en Cibeles, la gran diosa de Frigia.

Cibeles es la madre de la naturaleza y de los dioses; personifica la potencia vivificadora de la naturaleza. Desde Frigia su culto se extendió por Grecia y más tarde -s. III a.C.- llegó a Roma. Su culto orgiástico perduró hasta la época tardía del Imperio Romano. Se la representaba coronada de torres, acompañada de leones o sobre un carro tirado por éstos y tenía como servidores a los Curetes.

Un mito de procedencia asiática nos presenta a Cibeles como compañera de Atis. Ovidio dice que Cibeles estaba enamorada del joven pastor Atis, quien de niño había sido abandonado entre los juncos a la orilla de un río, allí lo encontró Cibeles. Ya joven, Cibeles quiso convertirlo en guardián de su templo y conservarlo así virgen, pero él se enamoró de una ninfa; Cibeles se opuso a la unión de Atis y la ninfa, pero Atis loco de amor se autocastró y murió. Cibeles convirtió a Atis en pino o, según otros, lo resucitó.

En el culto a Cibeles, importado a Roma durante el Imperio, se realizaban ritos violentos como la autoflagelación e incluso la autocastración y se prometía a sus seguidores la resurrección y la inmortalidad.

domingo, 16 de enero de 2011

El Familiar


Según se dice, el Familiar es el demonio mismo, y por lo general se lo ha visto o se tiene conocimiento cabal de él en zonas de grandes establecimientos fabriles o ingenios.
Es comentado que los dueños de estas fábricas, realizan un contrato con el Diablo por el cual éste puede comerse unos cuantos peones para que la industria tenga un año próspero.
Mucha gente asegura que el familiar, la mayoría de las veces con forma de gigantesco perro negro sin cabeza y que arrastra una pesada cadena, se pasea por las noches en medio de los cañaverales a la espera del que será su próxima víctima.
En otras provincias se dice que el Familiar tiene también forma de víbora negra y con pelos o tal vez de persona.
Como a la mayoría de estos seres, la forma de contrarrestar su ataque es con un rosario, una cruz, mucha valentía o Fe.

El Significado de Los Sueños


El mundo de los sueños, es un mundo misterioso y fascinante donde las reglas de la realidad no aplican.

Desde la antigüedad los sueños han sido considerados una forma de contacto con la divinidad y la mejor forma de vaticinar eventos futuros. Los sueños nos traen cada noche universos insólitos, personajes misteriosos, visiones infernales o angelicales, episodios maravillosos que no podríamos vivir despiertos.
Soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí, son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica, han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.

Sabemos que tus sueños son únicos. Ninguna otra persona puede tener tus antecedentes, tus emociones, o tus experiencias. Cada sueño se conecta con su propia "realidad". Por lo tanto, al interpretarlos, es importante ponerlos en el contexto de tus experiencias y vida personal.

También recuerda que un sueño unifica al cuerpo, mente, y espíritu. Provee conocimientos sobre nosotros mismos y medios para la exploración de la propia personalidad. Si comprendes tus sueños, te habrás conocido y entendido un poco mejor y puedes llegar a conocer y mejorar aspectos de tu propia personalidad.

Los sueños parecen ser una manera por la cual el subconsciente considera, clasifica y procesa todos los problemas que se encuentran en la vida despierta. Muchas personas piensan que todo lo que se ha dicho sobre la mente y el psicoanálisis, relacionado con la interpretación de los sueños, son tonterías, pero no deberíamos caer en el error de pensar que se trata de una seudociencia. El trabajo de famosos psicoanalistas como Freud y Jung ha ayudado a miles de personas normales y sanas, por no mencionar los muchos casos de perturbaciones mentales graves. Sus hallazgos pueden ser aplicados de una forma sencilla a la propia experiencia de cada uno. Al igual que los médicos pueden tratar enfermedades físicas graves y enseñar al mundo en general las reglas básicas de la higiene personal o del hogar, también los psicólogos han enseñado a personas bien equilibradas, como pueden conocerse a sí mismas y llevar una vida más feliz.

Los sueños se constituyen de pensamientos del soñador. Es muy difícil, si no imposible, interpretarlos si no se conoce al soñante. Para reconocer el significado, es necesario conocer los "antecedentes" de la persona. Por esta misma razón, la mejor interpretación la puede dar el mismo soñante.

Mímir El Guardián De Las Fuentes De La Sabiduría


Mímir o Mim es un gigante mitologico escandinavo. Tío materno de Odín guardían de las fuentes de la sabiduría, ubicadas en las raíces de Yggdrasil. En su momento negó a Odín beber de dichas fuentes. Odín tuvo que negociar y ofrecerle uno de sus ojos.

Es uno de los dioses fundamentales en la mitología nórdica cuya cabeza fue amputada y mandada a Odín durante la guerra entre los Æsir y los Vanir. Él era reconocido por su conocimiento y sabiduría y Odín viajó a la tierra de los gigantes Jötunheim, para adquirir la sabiduría y el conocimiento omnisciente de Mimir.

El conocimiento fue obtenido de beber del pozo mágico de Mimir, pero como precio por beber de él Odín fue forzado a sacarse uno de sus ojos. Luego de lo cual, volvió a Asgard con la cabeza Mimir para consultas oraculares de acuerdo a algunas historias. Mimir fue también el consejero de Hœnir después de que se convirtiera en el soberano de los Vanir.

La Caja de Pandora


La historia sobre la caja de Pandora es muy popular, según cuenta la leyenda que Prometeo robo de Helios el Fuego Divino de los Dioses y con ayuda de su hermano lo utilizo para dar vida al primer hombre llamado Helen o Helenos (El Primero), creado de arcilla, viento y agua. Así los humanos serian la raza más completa de la creación, modelados con la belleza de los Dioses, parados erguidos para contemplar las estrellas, con el Fuego Divino como alma para tener creatividad, sabiduría e inteligencia.

Cuando Zeus se entero se puso furioso porque, ahora una raza inferior tenían la posibilidad de alcanzar las mismas habilidades que los Dioses, por lo que decidió castigar a Prometeo y a Epimeteo, su hermano, el primero fue condenado a estar encadenado a una roca por toda la eternidad mientras que un águila devoraba su hígado cada día, el cual se regeneraba cada noche. Epimeteo fue convertido en un mono y despojado de todo rastro de inteligencia y sabiduría para siempre.

Pero para el hombre decidió darle un castigo diferente, decidió dar balance a la creación de los hermanos Titanes y ordeno formar una hembra para la especie, pero esta debía superar el primer trabajo. Hefestos, Dios artesano y de la forja, creo su cuerpo perfecto utilizando arcilla y oro, Afrodita, Diosa de la belleza y sexo, le dio el encanto, la seducción y atractivo, Atenea, Diosa de la guerra y sabiduría, le dio el conocimiento e inteligencia innata que superaría a los hombres, Hermes, Dios mensajero y de la alquimia, le dio la astucia y el rápido aprendizaje.

Así nació la primera mujer, creada por los Dioses y que superaba con creces al hombre creado por los inferiores Titanes, fue llamada Pandora (La que lo tiene todo) y entregada al primer hombre por los Dioses, pero estos les dieron un regalo de bodas: una caja que tenían prohibido abrir.

Cierto día Pandora estaba sola en su casa, entonces escucho voces dentro de la caja, voces lastimeras que le suplicaban que les dejase salir, Pandora preguntó quienes eran aquellos individuos, pero no recibió una respuesta concreta. Motivada por la pena y curiosidad decidió abrir la caja, grande fue su sorpresa al hallar dentro criaturas horribles y deformes que escaparon a toda prisa dispersándose por el mundo, estas criaturas son todos los males que la humanidad está condenada a sufrir hasta nuestros días. Para cuando Pandora intento cerrar la caja ya era muy tarde y apenas lo consiguió, pero una nueva voz le imploraba salir, pero aconsejada por su esposo abrió nuevamente la caja, lo último que quedaba dentro de la misma era la Esperanza quien prometió aliviar todos los males de las personas y ayudar a llevar los tiempos difíciles. Por ello al final solo queda la esperanza

Pero al parecer muchos creen que la Esperanza es en realidad el peor de todos los males, pues se burla de nosotros haciéndonos creer que vendrán momentos mejores, nos hace luchar para conseguir objetivos imposibles, se ríe mientras intentamos superarnos inútilmente.

jueves, 6 de enero de 2011

Ajos Contra El Enano Vampiro


Se trata de uno de los relatos más fascinantes del libro “Buenos Aires es leyenda”. Tiene como protagonista a Belek, un enano que llegó a Buenos Aires con el Circo de los Zares a fines de los ‘70. Belek, que provenía de la zona de los Cárpatos – como el conde Drácula–, fue expulsado luego de que el dueño del circo, Boris Loff, el Hombre Bala y la Mujer Barbuda lo encontraran prendido al cuello de Vera, una mono tití.
Pero el mito de Belek, el enano vampiro, apenas comienza allí.
El verdadero horror se desató cuando se refugió en una casa semi abandonada del Bajo Flores y los gatos del barrio comenzaron a desaparecer misteriosamente.
La leyenda cuenta que la gente protegió sus casas con ristras de ajo y todos llevaban crucifijos por miedo a sus ataques. Una noche de invierno, los hombres del barrio cazaron al enano vampiro con la red de un arco de fútbol, cerca de la estación Flores, pero se les escapó. Aseguran que aún vive en el cementerio de Flores y sigue haciendo de las suyas.

El Gigante de Once que Salva Vidas


Por las calles de Once vaga un personaje de casi tres metros de altura que cuida a los habitantes del barrio. Este gigante “bonachón” ha salvado a víctimas de choques y ha espantado a más de un malhechor, o al menos esto es lo que narran los vecinos de Balvanera que confían en su presencia protectora.
Algunos afirman que este ser es el mismísimo Golem, un hombre artificial creado en el siglo XVI por un rabino de Praga, llamado Judah Loew ben Bezabel. Si bien la historia oficial habla de un solo Golem, otros afirman que Bezabel creó trece de estos humanoides de arcilla y que uno de ellos llegó a Buenos Aires, de la mano de un rabino, con los inmigrantes judíos.
De allí en más, la historia se bifurca en varias versiones: algunos cuentan que antes de morir, el rabino encerró al gigante en una habitación a la que nadie puede entrar, que estaría en el anexo de un hospital, en Caballito. Otros creen que vive en un callejón oculto, que podría ser el pasaje Colombo o el Victoria. De una u otra forma, hay vecinos que aseguran que el gigante le salvó la vida a más de uno.

Cuando el Borda se Llenaba de Luz


Solaris, el ser de otro planeta que llegó al Hospital José T. Borda e iluminó a los internos con sus fiestas energéticas” también alimenta los mitos porteños. Durante su estadía en el neuropsiquiátrico, Solaris –a quien describen como alguien delgado, de ojos grandes, muy blanco y completamente lampiño– se reunía con alrededor de 50 internos para recitar un mantra. Durante el rito, los testigos afirman que parecía iluminarse.
Si bien los médicos tienen argumentos para explicar este caso, hay hechos oscuros.
Aparentemente, Solaris –quién desapareció un 25 de diciembre– dejó escritos indescifrables que, a pesar de ello, tienen coherencia interna.
Además, cuentan que el grupo sanguíneo de este hombre que decía ser un alien no encaja con ningún patrón conocido.

Los Fantasmas del Subte


Varias historias circulan en torno a los subterráneos de la ciudad de Buenos Aires, que tienen como escenario principal las estaciones de la línea A, la primera de la red inaugurada en 1913, que actualmente une Plaza de Mayo con Primera Junta.
Una de ellas cuenta que un antiguo operario de la estación Sáenz Peña concurrió a los sanitarios en horas de servicio y encontró en ellos a un hombre degollado sobre un charco de sangre. De inmediato el atribulado empleado dio el alerta al personal de seguridad de la estación, quien acudió rápidamente a inspeccionar el lugar, encontrando el sitio en perfectas condiciones y sin ningún rastro de violencia. El veredicto fue unánime: se trataba de una alucinación.
Al día siguiente, volvió a repetirse la situación, aunque el protagonista fue esta vez otro empleado. Durante largo tiempo, muchos fueron los trabajadores que afirmaban haber visto al degollado en el baño de esa estación.
Otra historia de aparecidos tiene como escenario el tramo comprendido entre las estaciones Alberti y Pasco, aunque su figura central esta vez es una extraña mujer en traje de novia. Cuentan los dichos que se trata del fantasma de una joven a la que su prometido abandonó ante el altar, circunstancia por la cual la muchacha habría salido intempestivamente de la iglesia y se habría arrojado a las vías del tren. Otra versión, más romántica aún, señala que la ceremonia del casamiento se realizó pero al tratarse de una unión concertada por los padres de los novios, la muchacha prefirió suicidarse al salir de la iglesia antes de contrariar su propia voluntad.

La Criatura Acechante


Cuentan los vecinos de Ciudadela, Provincia de Buenos Aires, que cierta noche un colectivo de la –por entonces línea 237- pasaba en su habitual recorrido por la Avenida Alvear. Al llegar a la altura del Cementerio Israelita, uno de los pocos pasajeros que viajaban a esas horas, vio una nube blanca que provenía del camposanto y que se acercaba hacia el vehículo.
Cuanto más se aproximaba, se definían y perfilaban nítidamente sus rasgos de mujer. Durante un breve lapso, la extraña criatura acompañó el paso del transporte, flotando a la par, hasta que finalmente se desvaneció ni bien el colectivo abandonó la zona del cementerio.

miércoles, 5 de enero de 2011

Pentesilea, La Reina Amazona


En la mitología griega, Pentesilea o Pentesilia (en griego Πενθεσίλεια Penthesileia) era una reina amazona.

Era hija de Ares y Otrera. Según Quinto de Esmirna era hermana de Hipólita, lo que plantea un problema cronológico, dado que Hipólita, según la tradición, combatió con Heracles o Teseo, siendo pues una o dos generaciones anterior.

La mitología le atribuye al menos un hijo, llamado Caístro (que daría nombre a un río de Asia Menor).

Las diversas tradiciones no se ponen de acuerdo sobre el motivo por el que, tras la muerte de Héctor, acude a la Guerra de Troya en ayuda de los troyanos. Según Helanico (FGrH. 19 Jacoby) y Lisias, citados por Juan Tzetzes (Posthomerica 14-19), Pentesilea es empujada por su amor a la guerra. Según Diodoro Sículo y Apolodoro, acude a ser purificada por Príamo tras haber matado accidentalmente a Hipólita durante una partida de caza. Esta última versión resulta sorprendente, ya que el rey troyano había combatido contra las amazonas junto a los frigios (Ilíada, III, 188-189).

Pentesilea llegó a Troya con otras doce amazonas, a las que nombra Quinto de Esmirna (I, 42-47). Téngase en cuenta que ninguna de ellas (con la excepción de Hipótoa) se encuentra en otro catálogo:

Clonia (muerta por Podarces)

Polemusa (muerta por Aquiles)

Derinoe (muerta por Áyax el Menor)

Evandra (muerta por Meríones)

Antandra (muerta por Aquiles)

Bremusa (muerta por Idomeneo)

Hipótoa (muerta por Aquiles)

Harmótoa (muerta por Aquiles)

Alcibia (muerta por Diomedes)

Derimaquea (muerta por Diomedes)

Antíbrota (muerta por Aquiles)

Termodosa (muerta por Meriones)

Pentesilea se distinguió por sus numerosas hazañas ante la ciudad asediada antes de ser abatida por Aquiles, quien atravesó su pecho con una lanza. Al verla morir, Aquiles quedó sobrecogido por su belleza y cuando Tersites, uno de los soldados griegos, se burló de él por esta pasión Aquiles le mató. Diomedes, primo de Tersites, arrojó en venganza el cuerpo de la amazona al río Escamandro. Según otras versiones, fue Aquiles quien lo enterró en las orillas de este río.

La Leyenda de El petiso


Cuenta dicha leyenda que un grupo de hombres dedicados al trabajo campestre recorrieron la zona de la Aguadita (puesto en la provincia de La Rioja).
En las escuras y frías noches se refugiaban en algunas casitas que se encontraban desocupadas.
Un día como todos, llego la noche hacia mucho frío cuando se dirigían a dormir, escucharon unos gritos, tomaron sus escopetas y se dirigieron al lugar de donde provenían los mismos, cuando de pronto por el camino se les apareció el Petiso, como ellos lo identificaron sus características eran: de estatura pequeña; su cara no era identificada, y con un gran sombrero.
Al ver este personaje, los hombres se quedaron inmóviles, sin habla…

Leyenda De La Yacurmana


Se dice que el vocablo significa Madre del agua, pero también se lo conoce como agua que cae. En La Rioja está muy difundida la Yacurmana de Chuquis, que es un accidente geográfico proveniente de la ladera del Velazco. Sin embargo también está también muy arraigado en Solca, Dpto. F. Quiroga, entre las serranías de Malanzán y Nacate, donde se la pinta como una viejecita vestida toda de blanco que aparece en el estanque de los Mota, entre los cañaverales, este espíritu -protector de día-, con las primeras sombras de la tarde cambia de personalidad, tornándose maléfica para cuidar que no se sequen las vertientes y se conserve cristalina el agua.

La Yacurmana de Chuquis: Se le llama también hilo de plata o cabellera de plata, agua que cae en referencia a la diosa diaguita del agua y por su caudal, pero en época veraniega se convierte en una espectacular cascada por el importante aporte de las lluvias a su volumen de agua.

Las Leyendas de Laguna Brava


Su nombre y varias leyendas andinas atribuyen a esta Laguna una bravura que ciertamente carece, "pero que de no aceptar la visita de extraños" –según cuentan arrieros y baqueanos de la zona- reacciona provocando tormentas inesperadas".
Misteriosa fue generado por un avión Curtis Wriht C-46 que al paralizarse sus motores sobrevolando la zona, aterriza forzosamente en el único lugar disponible: las adyacencias de la congelada laguna. La aeronave transportaba 8 yeguas preñadas de raza de pura sangre desde Perú a Bs. As.; uno de los equinos que sufrió lesiones por lo que debió ser sacrificado (es el que aun se observa al costado del avión, conservado con la misma sal del lugar). Otro de los animales logra escapar a pocas horas del episodio. Años más tarde, arrieros y cazadores aseguran haber divisado un animal chúcaro y embravecido de gran porte y revueltas crines rubias en los faldeos cercanos, por eso, cuando algún caballo luce ágil y veloz en Vinchina o Villa Unión, no falte quien murmure: "Es de buena sangre, descendiente de la yegua perdida en La Laguna Brava...".

Otro de los misterios : una pequeña cruz y un montículo de piedras señala exactamente el sitio donde yace el "Destapado", un arriero - según algunos- ó un cuatrero -según otros- que fallece de frío en el lugar. La estructura ósea asoma a simple vista y le dicen destapado porque si alguien cubre sus restos o tapa su tumba, al día siguiente amanece totalmente destapado. Quienes visitan el Refugio de la Laguna Brava suelen orar frente él y pedirle ayuda en su travesía por la cordillera riojana.

La Leyenda De El Niño Que Llora


En la ciudad de Chamical La Rioja, tras la defensa se escuchaba por las noches llorar a alguien, (decían que era un niño) y cuando la gente iba donde se lo sentía y llegaban, el sonido se alejaba y se escuchaba por otra parte …

Algo muy parecido sucedió a principios de este año, 2009, en el cementerio de la localidad de Sanagasta, la gente comento por una radio local que por las noches dentro de el cementerio se escuchaba el llanto de un niño, que lloraba incansablemente, la primera noche que sucedió vecinos del cementerio llamaron a la policía local para que entraran al lugar y buscaran al niño, que algunos de ellos llegaron a pensar que lo habían olvidado dentro, sorpresa fue para los policías que al ingresar al cementerio y tratar de llegar al llanto del niño no lo podían hacer, ya que el mismo nunca venia del mismo lugar, los policías salieron pálidos y asustados del cementerio, que no querían ingresar de nuevo!
Esto sucedió por varios días hasta que por ninguna razón, quizás, cesaron los llantos.

martes, 4 de enero de 2011

Chaya Riojana y su Pujllay


Había una india: "Chaya", muy hermosa, que un día dolida de tristeza por su amor imposible hacia el joven príncipe de la tribu "Pujllay", desapareció en la alta montaña, convirtiéndose en nube. De allí la tradición popular rescató ambos vocablos: Chaya o "Agua de Rocío" es símbolo de la espera de la nube y la búsqueda ancestral del agua (elemento vital muy caro al riojano).

El Experimento Berlensky-Shears, Manipulación del Hombre para Convertirlo en Bestia


Lo que sucedió en 1958 en un laboratorio subterráneo cercano a Boulder (Colorado) permanecerá probablemente para siempre sumido en la bruma del misterio. Sin embargo, testimonios y conjeturas de testigos y supervivientes han permitido que algunos miembros del Ejército de los Estados Unidos de América reconstruyan con cierta verosimilitud lo acontecido.

El físico Thomas Berlensky y el biólogo Mark Shears llevaban años investigando los efectos de ciertos tipos de ondas sonoras sobre el organismo humano, especialmente el cerebro. Sus experimentos mostraban que determinadas frecuencias podían afectar los tejidos orgánicos de las más variadas formas y esto captó inmediatamente la atención del Ejército norteamericano. Se les ofrecieron unas instalaciones militares donde llevar a cabo sus investigaciones y una suculenta subvención con la que financiarlas. En pocos meses, el laboratorio era operativo y funcionaba a pleno rendimiento. Berlensky y Shears comenzaron por seleccionar soldados voluntarios para crear dos grupos de veinticinco personas con los que comenzar sus experimentos con frecuencias alejadas del umbral de percepción humano. Para ello, alojaron a los primeros sujetos en un dormitorio común que era bombardeado durante la noche con frecuencias de todo tipo. El segundo grupo fue alojado en un dormitorio de iguales características completamente blindado a todo tipo de sonidos externos. A todos los sujetos se les dijo que el experimento pretendía investigar la dinámica de grupo en las tripulaciones de submarinos.

Los experimentadores comenzaron a emitir sonidos de frecuencia tanto superior como inferior al espectro audible cada noche durante un mes. Los soldados ocupaban los días confinados en sus instalaciones sin tener la menor conciencia de ello. Para ocupar su tiempo, se les pasaban diversos tests y se les hacía interpretar diversos roles relacionados con la dotación de los submarinos de la Marina norteamericana. El personal del laboratorio iba apuntando concienzudamente los datos relativos a los sonidos que se empleaban cada noche en el dormitorio del grupo experimental y seguía todos sus movimientos por un circuito cerrado de televisión. En el día 34 del experimento sucedió algo anormal.

Dos soldados comenzaron una pelea en el grupo experimental. Al poco tiempo, prácticamente todo el grupo participaba en ella. Los experimentadores observaron sobrecogidos como el nivel de violencia empleada por los soldados en la pelea alcanzaba cotas absolutamente desmedidas. A pesar de carecer de ellas, se utilizaron todo tipo de objetos como armas. Algunos soldados se autoagredían de las formas más brutales. Otros seguían golpeando y mutilando los cadáveres de sus compañeros. Se desmembraron cuerpos y se practicó el canibalismo. Cuando se enviaron guardias armados para poner fin a la lucha, estos fueron salvajemente agredidos y reducidos. Finalmente, cincuenta hombres armados pudieron entrar en las instalaciones del grupo experimental y reducir a los escasos supervivientes enloquecidos. Como resultado del experimento Berlensky/Shears, diecinueve hombres habían muerto y seis tuvieron daños cerebrales irreversibles.

Tras el incidente, el ejército puso en marcha diversos protocolos de seguridad que prohibieron toda alusión a los resultados, los motivos o las consecuencias del experimento. Berlinsky y Shears murieron sin haber roto jamás su voto de silencio. Probablemente jamás se sabrá qué fue lo que llevó a aquellos veinticinco hombres a convertirse en bestias sanguinarias tras un mes de estar sometidos a bombardeos sónicos de subfrecuencias. Quizá es mejor que sea así.

Ulises en La Isla de los Feacios


Es hora de añadir un capítulo más a esta larga serie en la que recreamos los acontecimientos de la Odisea. Habíamos dejado a Ulises con Calipso. El deseo de volver a Ítaca, con su esposa Penélope y su hijo Telémaco, será al final más fuerte que toda la inmortalidad que Calipso pueda ofrecerle.

Pero cuando Ulises, con la ayuda de su amante, construya la barca con la que abandonará la isla, habían pasado diez años. Diez años en los que la mayoría humana y divina lo daba por muerto.

Incluso Poseidón, su enemigo. Cuando el dios descubre a Ulises navegando en su barca tiene un ataque de ira. Diez años sin saber nada de él, habiéndolo casi olvidado y, de pronto, helo ahí otra vez, surcando las aguas que constituían el reino del hermano de Zeus.

Furioso, rememorando la escena final del show de Truman, el dios del mar destroza la balsa con un auténtico maremoto. Si Ulises se salva es únicamente porque, en ese pasado mitológico que narra la Odisea, el mundo estaba lleno de dioses y no todos tenían tan mala uva como Poseidón. En efecto, Ino Leucótea, la Diosa Blanca, protectora de los náufragos, ayuda a nuestro héroe.

Ulises consigue llegar a una costa desconocida: se trata de la isla de los Feacios. Es de noche. Exhausto, se tumba en la orilla. Atenea se compadece y, a pesar de que Ulises habría querido estar vigilante pr lo que pudiera pasar, le infunde un dulce sueño.

Debemos anotar que su aspecto era horrible: la salitre y las algas cubren su cuerpo, tiene una barba dura de varios días, y unas guedejas de pordiosero. Cuando amanece, unas muchachas hermosas lavan la ropa cerca de donde se encuentra, todavía dormido, el náufrago. Luego se ponen a jugar a la pelota…

Una pelota se escapa de las manos de una de ellas y se va rodando hasta un riachuelo. Justo al lado de Ulises. Las muchachas al verlo gritan de espanto. El rey de Ítaca se despierta, se levanta, mira a su alrededor, confundido. Ahora el héroe parece un monstruo.

Las jóvenes salen corriendo. ¿Todas? No, Nausícaa no. Nausícaa era la más noble, la más hermosa, la de más alta cuna: era la hija del rey. Esa misma noche Atenea se había colado en sus sueños: la muchacha había soñado que encontraba marido.

Pero difícilmente podía ver en aquel hombre de tan horrible aspecto un pretendiente. En cualquier caso, la hija del rey no tiene miedo, sino curiosidad. ¿Quién es aquel extraño?

Y esos momentos de indecisión, de espera, los sabe aprovechar muy bien Ulises. Si su físico estaba por los suelos, su retórica, su labia, era la de siempre. Le habló con dulces palabras, refinadas, poéticas. Nausícaa se maravilla: “Tus palabras desdicen tu aspecto” contesta. “No pareces un kakós”, esto es, un pordiosero, un plebeyo, o, en términos modernos, un miembro del lumpen.

¿Qué ocurre entonces? ¿Será que el “eterno femenino” volverá a retrasar una vez más el regreso de Ulises? Oh, Penélope, y tú mientras ingeniando arduas tretas con las que engañar a los voraces pretendientes para salvaguardar tu fidelidad.

El Hombre Más Inteligente de la Historia


William James Sidis, (1898 – 1944) esta considerado como la persona más inteligente de la historia del mundo, nació en Nueva York, hijo de inmigrantes rusos que tuvieron que huir de Rusia por motivos políticos ya que formaban parte de la comunidad judía rusa … Su padre, Boris Sidis, considerado como un pionero en la Psicopatología le aplicó sus propios conocimientos de psicología dotandole de una alta capacidad intelectual … Poseía un cociente intelectual estimado de entre 250 y 300, … lo que nos puede hacer una idea de su alto potencial intelectual ya que el de una persona normal se encuentra entre 85 y 120.
Con tan solo 18 meses de edad, el joven James podía leer el New York Times. A los ocho años conocía ocho 8 idiomas , latín, griego, francés, ruso, alemán, hebreo, turco, y armenio e inventó uno, al cual llamó Vendergood a los 7 años. Pasó el tercer grado de primaria en tres dias. Escribió cuatro libros de anatomía y astronomía entre los 4 y los 8 años. Antes de cumplir los 8 años fue aceptado en el MIT (massachussetts institute of tecnology), y a los 11 años entro en la universidad de Harvard y era experto en matematicas aplicadas. A los 16 años se graduo en medicina. Fue capaz de hablar cerca de 200 idiomas hasta su muerte.

La Fotografía Que No Es Lo Que Parece


En un primer momento, al ver esta fotografía parece verse una gran cabeza flotante entre dos personas, pero mira de nuevo, las cosas no son lo que parecen.

La mayoría de las personas, que a simple vista, miran la foto, creen ver una gran cabeza con barba entre dos personas, incluso hasta la imagen de Jesucristo.

Pero le invitamos a que mire cuidadosamente la fotografía de nuevo, lo que en realidad muestra es un niño sentado en las rodillas de un hombre.

El pelo de la enorme cabeza es la vegetación del fondo, el ojo, es la cara del niño, la nariz es la manga de la camiseta del niño y el bigote es el brazo doblado del niño. La frente es el sombrero que cubre al niño.
Podeis tardar mucho tiempo en ver la silueta del niño, es una fotografía que requiere tomarse su tiempo para poder descifrarla.

lunes, 3 de enero de 2011

La Muerte Mas Extraña de la Historia


Gustav Ferdinand Von Kelps, fue un físico y matemático alemán que ha tenido la “suerte” de ser una de las personas con la muerte más extraordinaria del planeta. Nació en la ciudad de Nuremberg en el año 1905, se crió dentro de una familia clase media-alta. Sus padres desde chico lo estimularon a desarrollarse dentro del campo de la física y las matemáticas. Siempre fue el alumno que sobresalió en su clase, por su inteligencia y su curiosidad. Su abuelo le enseñaba matemática avanzada después de la clase. Su curiosidad no tenía límites.

A la edad de 14 años, desarrolló un aparato que fue capaz de lanzar una bola de luz (Nunca nadie logró entender su funcionamiento) a una distancia de unos 50 metros. Sus padres preocupados por aquel invento (ya que era un peligro para Gustav y los que lo rodeaban), aprovechando una noche en la que el muchacho dormía, destruyeron la máquina y la tiraron en el río Pegnitz.

Siempre fue un muchacho solitario, que gustaba de encerrarse en un lugar de la casa que él llamaba “laboratorio”, tenía pocos amigos y caminaba siempre acompañado con algún libro debajo del brazo. Era el chico raro de la escuela y del barrio. Cuando ya contaba con la edad de 25 años, sabía más que sus profesores académicos en la Universidad de Hamburgo. Eso le trajo más de algún problema, por el solo hecho de que en plena clase, desafiaba a los profesores con teorías que luego descubrían que estaban acertadas. Sus profesores tenían miedo de que Gustav, le refutara un problema matemático en clase, y que no tuvieran la capacidad de discutir con él.

A los 26 años de edad, publicó algunos trabajos técnicos y generales sobre el espacio, el tiempo, la materia, filosofía, lógica, simetría e historia de las matemáticas. Fue uno de los primeros en concebir la probabilidad de combinar la relatividad general con las leyes del electromagnetismo. El 5 de abril de 1942 murió de una forma increíble.

Por lo que se tiene registrado en el diario alemán Nürnberger Zeitung Gustav Ferdinand Von Kelps salió de su trabajo en el laboratorio Wëllishburng al mediodía, caminó hacia su casa (vivía solo), saludó a su vecina como de costumbre y se encerró en “su laboratorio”. Nunca más se lo volvió a ver.

El expediente de la policía (número 1209834) declara que por las pericias hechas en el lugar, Gustav estaba trabajando en un proyecto “secreto” para presentarlo en el instituto de “Matemática y Física Cuántica de Munich“, cuando encendió una máquina que emitía rayos (la policía nunca digo de que rayos se trataban, por que el experimento fue hecho en época de la segunda guerra mundial) que la vecina pudo testificar que vio la luz que salía por la ventana del laboratorio y sintió como un zumbido (como cuando hierve el agua dentro de la pava). Luego una fuerte corriente de aire la tiró a unos 12 o 14 metros del lugar. Los investigadores policiales no podían creer lo que declaraban los testigos: Un haz de luz color violeta, ráfagas de viento, zumbido en el aire (dolores profundo de cabeza, luego del incidente)…etc.

El interior del laboratorio estaba casi intacto, sólo papeles desparramados y algún vidrio roto. El cuerpo del científico nunca fue hallado. Pero lo más interesante del caso, fue cuando 3 meses después del extraño suceso, los nuevos inquilinos estaban acomodando los muebles en la casa. Cuando de pronto ven (4 testigos coinciden en lo mismo) asomar una cabeza por la pared que les dio los buenos días y desapareció en el acto. Los inquilinos testificaron bajo juramento que 4 o 5 veces más vieron a la extraña figura cruzar de pared a pared. Luego de mostrarles fotografías de Gustav, todos aseguraron que era la persona que apareció por la pared.

Decidieron llamar a investigadores, científicos, de varias ciudades para encontrar una explicación a lo sucedido. Se formó una junta de investigación y luego de estudiar el caso por dos meses, concluyeron lo siguiente:

Gustav era la única persona que sabía lo que estaba experimentando. De alguna extraña manera pudo vencer el tiempo y espacio y pasar a otro plano dimensional.

Todos coinciden en que el físico matemático sigue vivo en otro lugar (dimensión) ya que cuando aparece, saluda normalmente y habla con los asombrados moradores del lugar.
En una ocasión un investigador se sorprendió al ver aparecer a Gustav por la pared, aseguró saludarlo y que Gustav le respondió: ¡Buenos días! ¿Bonito día para descubrir cosas nuevas, no? El investigador se quedó tan perplejo que cuando atinó a responder, Gustav ya había desaparecido.

Conclusión: No sólo está vivo en otro lugar, sino que cada poco aparece y habla con los visitantes del lugar. Cuando en una ocasión le preguntaron a Gustav, si estaba en otra dimensión. Él solo respondió:
No se preocupen por mí, yo estoy en un lugar que ustedes tarde o temprano descubrirán y una vez que lo visiten… no querrán volver.

El Aeródromo Maldito


Al parecer, en el verano de 1940 se celebró una reunión de brujas al más alto nivel –el denominado Great Circle o Gran Círculo– en la localidad de New Forest con el objetivo de influir a distancia en el cerebro de Hitler para que no lanzara la invasión.

No se puede poner en duda la gran eficacia de las brujas inglesas cuando se proponían rechazar invasores, puesto que los otros dos únicos momentos históricos en el que se había convocado el Great Circle había sido con ocasión de la lucha contra la Armada Invencible y de la amenaza napoleónica...

Según algunos autores, la reunión de las brujas consistió en un aquelarre nocturno celebrado al aire libre en un bosque en Hampshire, en donde algunas de ellas murieron exhaustas por el gran esfuerzo mágico realizado, aunque alguna fuente apunta la posibilidad de que el fallecimiento se produjera a causa de la neumonía contraída al bailar sin ropa –tal como requería la ceremonia– en una noche especialmente fría.

Este repentino auge de todo lo que hacía referencia a las brujas provocó también un curioso episodio relacionado con la construcción de un aeródromo para la Fuerza Aérea norteamericana en Boreham, cerca de la ciudad inglesa de Chelmsford.

En mayo de 1943, el 861º Batallón de Ingenieros comenzó a hacer los trabajos necesarios para construir un nuevo campo de aviación que permitiese a los bombarderos pesados estadounidenses despegar desde allí rumbo a las ciudades alemanas para soltar su mortífera carga de bombas.

Lo que no sabían los ingenieros era que, para poder aplanar la superficie, era imprescindible mover una gran piedra que estaba situada en el bosque de Dukes. Algunos de los lugareños, al ver que la piedra iba a ser
trasladada a otro lugar, advirtieron a los ingenieros que no lo hicieran; el
motivo era que aquella roca tenía un difuso carácter sagrado para los habitantes
de la zona.

Sin saber precisar muy bien el motivo de la supuesta importancia de la piedra, los habitantes indicaron que, según la tradición, debajo de la roca estaba enterrada una bruja que había sido quemada siglos atrás en la hoguera. Para redondear la truculencia de la historia, los más ancianos aseguraban que fue precisamente en ese punto en donde apareció asesinado un guardabosques en 1856, no hallándose nunca al culpable.

Algún experto consultado por los asustados ingenieros indicó que era probable que en realidad se tratase de un altar pagano cuya antigüedad se remontaría a una época anterior a la llegada de los romanos, y que había permanecido en el imaginario popular a través de la tradición oral. Sea cual fuere la razón, los habitantes de la región estaban convencidos de que mover la piedra de su lugar original no podía acarrear más que desgracias.

La primera consecuencia que sufrieron los ingenieros fue que ningún trabajador se atrevió a mover la piedra. Uno que no creía en historias de brujería se dispuso a removerla con su excavadora pero, en el instante en el que iba a levantar la piedra, la maquinaria sufrió una inexplicable avería, lo que obligó a aplazar la operación. Para los habitantes de la zona no había ya ninguna duda; el lugar estaba maldito.

Al final, otra excavadora trasladó la piedra sin sufrir ningún percance, pero el ganado de la zona cayó víctima de una extraña enfermedad, lo que fue achacado de inmediato a la venganza de la bruja al haber visto alterado su lugar de eterno descanso.

Una vez que, superando todas estas dificultades, el campo de aviación entró por fin en servicio, dio la sensación de que la maldición había sido conjurada, pero los hechos demostrarán que eso estaba muy lejos de la realidad.

Un avión Thunderbolt del 56º Grupo de Caza se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en la recién estrenada pista, con tan mala fortuna que su tren de aterrizaje acabó impactando con una excavadora que estaba llevando a cabo trabajos de mantenimiento, matando a su conductor en el acto. Esa excavadora era precisamentela que había trasladado la piedra...

Unas semanas más tarde, el comandante de la base, que había manifestado que no creía en historias de brujas, murió repentinamente de un ataque al corazón, por lo que la maldición que presuntamente pendía sobre el aeródromo se vio fatalmente confirmada.

No obstante, parece ser que la sed de venganza de la bruja se vio saciada con el fallecimiento del jefe de la base, ya que no volvió a producirse ningún otro suceso extraño. El día a día del trabajo en el aeródromo se impuso poco a poco a las fantasías que rodeaban a la maldición de la piedra sagrada. Las supersticiones que rodeaban el lugar fueron quedando difuminadas mientras los aviones continuaron despegando rumbo a
Alemania.

El final de la guerra y el consecuente desmantelamiento de la base supuso el final de la maldición. De hecho, pocos habitantes de la zona mostraron ya algún interés por los supuestos poderes sobrenaturales de la piedra, como lo demuestra el que acabase sirviendo de adorno en el aparcamiento de un pub de Boreham...

Salmacis y Hermafrodito, la Ninfa y el Dios Griego


Las Náyades eran las ninfas de los manantiales, los arroyos, las fuentes y todo lugar donde se hallara agua dulce. La vida de estas jóvenes estaba vinculada a la primavera, por lo que debían permanecer siempre cerca del agua. De lo contrario, si su cuerpo se secaba, marchitaban y morían al igual que las plantas.

La diosa Artemisa poseía un séquito de veinte ninfas. Tenían poderes proféticos, eran capaz de curar y también de inspirar a los artistas y creadores. No eran inmortales como los dioses, pero sí que disfrutaban de una vida muy longeva.

En cuanto a sus orígenes, algunos dicen que eran hijas del mismo Zeus. Otros que descendían de los dioses de los ríos, Potomei. Y finalmente se afirmaba que habían nacido de la unión entre el titán Océanos y la diosa Tetis. Las ninfas era extremadamente seductoras y aunque más de uno cayó bajo sus encantos, todas guardaban celosamente su virginidad, obedeciendo los mandatos de la diosa Artemisa.

Pero claro, como en toda familia que se precie, siempre hay un miembro que se sale del tiesto y se convierte en la oveja negra del grupo por propios méritos. Este dudoso privilegio lo tenía Salmacis. Era una ninfa holgazana, despreocupada, egocéntrica y no acataba las normas.

Salmacis tenía su morada en una fuente de la ciudad de Halicarnasos.

Por su parte, Hermafrodito era fruto de la unión entre Hermes y Afrodita. Este affaire que mantuvieron los dos dioses tuvo lugar un día en que Hermes sorprendió a la diosa del amor y la belleza bañándose como Dios la trajo al mundo. Ni que decir tiene que Hermes se enamoró perdidamente de ella. Pero Afrodita no estaba por la labor y rechazó al dios.

Tratando de encontrar la manera de conquistar a la diosa, Hermes decidió pedir ayuda a su padre Zeus y éste le proporcionó un águila que se encargaría de robar una de las sandalias de Afrodita. La diosa tenía mucho aprecio por su calzado, por lo que aceptó la propuesta de Hermes: pasaría con él una noche de amor a cambio de su sandalia.

Y por culpa de una simple sandalia vino a este mundo Hermafroditos, que fue guapísimo desde que nació. Tan atractivo era el muchacho que un día mientras viajaba pasó por Halicarnasos y por la fuente donde habitaba Salmacis. La ninfa, al verlo, se quedó totalmente extasiada por la belleza de aquel joven en intentó conquistarlo y llevarlo a su terreno. Pero no hubo forma. Hermafroditos le rehuía una y otra vez, lo que desesperaba a Salmacis.

En una de estas en que Hermafroditos creía estar solo y a salvo de la ninfa, se quitó sus ropas y se metió en el agua de la fuente para darse un baño. Salmacis aprovechó la ocasión y se abalanzó sobre el joven atrapándolo en un fuerte abrazo. Justo entonces la ninfa pidió a los dioses que nunca la separasen de Hermafroditos.

Y así fue. Ambos cuerpos quedaron fundidos y nació el primer ser hermafrodita, dueño de atributos tanto masculinos como femeninos.

El Hombre que Quiso Volar


Aunque el avión a motor estaba en auge, el ansia del ser humano de volar como las aves no tenía fin. Uno de los intentos más famosos fue la de Franz Reichelt, un próspero sastre y también un gran visionario.

Siguiendo los diseños de Leonardo Da Vinci, y algunos fallidos intentos anteriores, este hombre diseñó gracias a sus capacidades un traje aerostático. Fueron muchos los prototipos probados desde algún lugar alto, pero ninguno funcionaba porque caían como si fueran piedras. Reichelt excusó su fracaso afirmando que, al probarlos con muñecos, no podían mover los brazos y así levantar vuelo.

Entonces su conclusión fue, que el traje debía ser probado por él mismo. Así, la mañana del 23 de febrero de 1912 una numerosa cantidad de curiosos estaban al pie de la torre Eiffel, deseosos de saber si el experimento de Reichelt tendría éxito. El soñador se ubicó en lo alto de la torre convencido que iba a hacer lo que nunca nadie había hecho antes. Se lanzó a las 7:05. Tres segundos después, el legado del hombre que quiso volar fue un agujero de 35 centímetros en la calzada.

Nunca más las autoridades parisienses otorgaron un permiso para hacer este tipo de actividades en la torre Eiffel.

Carretera que Vence La Gravedad


Los aficionados al misterio cuentan con un nuevo enclave de interés en Canarias: un tramo de 200 metros de carretera en Lanzarote donde, aparentemente, se invierte la fuerza de la gravedad. En este lugar, los vehículos parados y en punto muerto ascienden cuando deberían descender. Se ubica en la vía que une Haria con Tabayesco.

El fenómeno podría deberse a un efecto óptico. En la isla de Gran Canaria hay otra carretera donde se produce algo similar que se encuentra entre los municipios de Firgas y Teror.

domingo, 2 de enero de 2011

La Maldición del Diamante Hope


Según las leyendas, su origen se encuentra en la India, donde se afirma que se encontraba engarzado en una estatua del templo de la diosa india Sita, de la que finalmente fue robado.

La primera pista histórica de este diamante se remonta a los años 1660-1661, cuando el mercader francés Jean-Baptiste Tavernier lo adquirió. Tavernier se lo vendió al rey Luis XIV de Francia en 1669 por 220.000 libras. Según la leyenda, Tavernier acabo arruinándose a causa de un extraño conjuro en la que intervino un familiar, por el cual tuvo que huir a Rusia, lugar donde sería hallado muerto de frío y medio devorado por las ratas en 1689.

Luis XIV guardó el diamante en un cofre. En 1691 el diamante reapareció debido a la realización de un inventario del tesoro real. Madame de Montespan, la amante de turno del rey, supo de su existencia y quiso que el soberano se la obsequiara. Poco después caía en desgracia y moría olvidada, en 1707. Además, durante los últimos años del siglo XVII Francia sufrió plagas y epidemias, lo que acrecentó la creencia de que atraía la desgracia y el infortunio.

Con motivo de la visita del embajador del Sha de Persia, Luis XIV le mostró su diamante al embajador el 7 de diciembre de 1715. Ese mismo año Luis XIV murió de forma inesperada. Su sucesor Luis XV ordenó conservar el diamante en un cofre y se olvido de el. Luis XV no sufrió grandes desgracias.

En 1774, Maria Antonieta, esposa del rey Luis XVI de Francia se hizo con el diamante, y en alguna ocasión se lo prestó a la princesa de Lamballe. Al final, tanto Maria Antonieta como su marido Luis XVI de Francia murieron en la guillotina durante la Revolución Francesa. La princesa de Lamballe corrió la misma suerte que los reyes de Francia.

En 1792, unos ladrones se apoderaron del diamante, pero se mataron más tarde entre ellos y sólo uno pudo guardar la piedra que conservó hasta 1820. Ese año, un desconocido mostró el diamante al tallador holandés Wilhelm Fals para que de la joya hiciera dos. La primera fue adquirida por Carlos Federico Guillermo, duque de Brunswick. El duque de Brunswick se quedó en la calle antes de transcurrir dos meses. La segunda la conservó el holandés. El hijo de Wilhelm Fals se enamoró del diamante y se lo llevó prestado, para vendérselo a un francés llamado Beaulieu. Cuando el joven Fals se enteró de que su padre había muerto de dolor, se suicidó.

El señor Beaulieu vendió la piedra, en cuanto supo de la tragedia, a un tal David Eliason, curtidor judío, quien también se asustó y fue a vendérsela al rey Jorge IV de Inglaterra. El soberano inglés cometió el error de incrustar el diamante en la que sería su corona. Perdió la razón en 1822 y murió ocho años después. Fue entonces cuando apareció Sir Henry Hope, personaje tenía mucho dinero y no sabía qué hacer con él. En consecuencia, escogió la profesión de coleccionista, pero era un tipo muy práctico, que no quiso correr riesgos con el diamante. Contrató a un grupo de rosacruces y les pidió organizar una ceremonia mágica, para exorcizar la joya. Y cuando estuvo seguro de que no causaría más problemas a nadie, decidió darle su nombre.

Nada malo le sucedió a Sir Henry, pero cuando en 1901 vendió el diamante Hope a un norteamericano de nombre Colot, regresó el maleficio. Este hombre perdió la salud al mismo tiempo que la fortuna y tuvo que pasar la joya al príncipe Kanitowski. Este noble ruso era muy aficionado a las juergas, además de inmensamente rico. El príncipe llegó a París, capital de la diversión, y obsequió el diamante a una vedette. Pocos días después surgió un altercado y Kanitowski mató a tiros a su amiga.

El griego Simón Montarides fue el siguiente propietario del diamante, y fue al siguiente al que siguió la mala suerte del diamante. Se quebró el eje del carruaje en el que viajaba y cayó a un barranco que el destino colocó en su camino. No murió solamente él, ya que además viajaban en el mismo carruaje su mujer y su hijo.

El siguiente propietario iba a ser Abdul Hamid II, rey de Turquía, quien acabo perdiendo el trono turco por culpa de una revolución y fue a morir de desesperación en la cárcel. La persona que obtuvo el diamante después desapareció en pleno océano.

El director del Washington Post adquirió el diamante más tarde de una institución bancaria francesa que lo tuvo en custodia y se fue a la quiebra. La esposa del periodista enfermó gravemente y su hijo murió bajo las ruedas de un carruaje.

La familia Mac Lean, de Estados Unidos, fue la última en poseer el diamante. En 1918, uno de los hijos de la familia, de ocho años de edad, murió atropellado. Luego otra de sus hijas murió por una sobredosis de somnífero. El padre murió en el sanatorio victima de una depresión. La señora Mac Lean ordenó guardar el diamante durante 20 años en una bóveda de seguridad. Veinte años después Evelyn Walsh Mac Lean, su nieta, moría misteriosamente en Texas.
Tras todos estos acontecimientos, el experto en diamantes Harry Wiston lo adquirió y lo traspaso al Smithsonian Institute, de Washington, donde se expone en una urna de cristal en la actualidad.

Ser Enterrado Vivo


Este niño de cinco años enfermó de cólera en una epidemia que asoló su pequeña ciudad de Wisconsin en 1865. Después de tres días, el médico lo declaró muerto y Max fue enterrado.
La noche siguiente al entierro de Max Hoffman, su madre tuvo una pesadilla, en la que veía a su hijo atrapado dentro de su oscura tumba. Con las manos unidas debajo de su mejilla izquierda, el niño de cinco años se revolvía y agitaba forcejeando por escapar de su mortal prisión.

Tras despertar de aquel horrible sueño, la madre le rogó a su marido que desenterrasen el ataúd, pero él se negó, creyendo que ella, simplemente, se negaba a aceptar el hecho de que su hijo estuviese muerto. Sin embargo, a la noche siguiente, la señora Hoffman tuvo el mismo sueño. Finalmente, su marido se mostró de acuerdo para apaciguar a su angustiada mujer.

Con la ayuda de un vecino, el señor Hoffman se dirigió al cementerio a la una de la madrugada y exhumó el cuerpo de su hijo. Yacía exactamente como la señora Hoffman había soñado, pero no mostraba señales de vida. Incluso así, se llevó el cuerpo del niño al médico que había certificado su muerte. A regañadientes, el médico trató de reanimarlo. Una hora después, quedaron conmocionados al observar que le temblaba un párpado.
Al cabo de una semana, Max se había recuperado por completo y llegó a vivir hasta casi los noventa años en Clinton, Iowa, y su tesoro más preciado eran las manijas del pequeño ataúd en el que una vez estuvo enterrado.

Oto y Efialtes, Los Gigantes Hijos de Poseidón


En el principio de los tiempos la diosa de la Tierra, Gaia, y el dios del Cielo, Urano, eran sólo uno. De esta unión nacieron los bosques, los prados, los ríos, los lagos, los mares y todas las formas de vida animales tanto de terrestres como marinos.

Cuentan que llegó un momento en el que Urano temió que alguno de sus hijos los Titanes acabaran derrocándolo, arrebatándole el poder sobre el Universo. Así que el dios del Cielo decidió no dejarlos salir del vientre de su madre, Gea.

La Madre Tierra, presa de un gran dolor por no poder dar a luz a su prole, se las apañó para salvar de ese destino a Cronos, al que encargó castrar a su padre con una enorme hoz.

Una vez que Cronos llevó a cabo el mandato de Gea, Cielo y Tierra se separaron, las criaturas encerradas salieron de las entrañas de su madre y Cronos se casó con Rhea, una de sus hermanas. Así fue como comenzó la Era de los Titanes.


Pero, lo que son las cosas, Cronos resultó ser tan paranoico como su progenitor Urano, y terminó tragándose a cada uno de sus hijos nada más nacer, no fuera que le ocurriera lo mismo que a su padre.

Rhea, que acababa de tener a su hijo Zeus y ante esta situación, fue rápidamente a pedir consejo a su suegra y madre Gaia. Esta le dijo que le diera una piedra envuelta en mantas de bebé para que, creyendo que era el niño, se lo tragara.

Cuando Zeus creció, los temores de su padre se hicieron realidad. El futuro dios del Olimpo liberó sus hermanos dándole a Cronos un bebedizo para que los expulsara de su interior, y juntos lucharon contra él, quitándole el poder y estableciendo un nuevo orden en el Universo.

Gaia apoyó a su nieto Zeus (ella fue la que le proporcionó la pócima) en su lucha contra Cronos, con la promesa del dios del Olimpo de que, una vez tuviera el poder, liberaría a aquellos hijos que aún permanecían en las entrañas de su madre, donde los había enterrado Urano. Pero Zeus no fue leal a su palabra y a Gaia se le llenó de rencor su corazón.

Pero lo de las profecías no acaba aquí. Había aún otra más. En ella se desvelaba que nacerían dos gigantes invencibles e inmortales a quien ningún dios podría vencer. Estos eran los hermanos Oto y Efialtes, hijos de Poseidón, dios de los Océanos. Gaia vio en ellos la oportunidad de vengarse de Zeus y un día les sugirió a los hermanos, muy sutilmente, que dos jóvenes tan apuestos, fuertes y encima inmortales, no tenían por qué aguantar estar bajo las órdenes de Zeus.

Con el ego por las nubes y convencidos de su superioridad gracias a Gaia, Oto y Efialtes fueron apilando una montaña encima de otra hasta llegar a la altura del Olimpo. Desde allí empezó el asedio al hogar de los dioses.

Tras una dura batalla, el Olimpo quedó bajo el poder de los hermanos. Los dioses del Olimpo daban todo por perdido, incluso la esperanza. Pero la suerte cambiaría a su favor.

Durante una pausa en la batalla, Oto y Efialtes se encapricharon de las diosas Hera y Artemisa. Obviamente ellas no estaban por la labor y rechazaban cualquier proposición de los hermanos.

En esto que, sin esperarlo, Artemisa se acercó a Oto y le dijo que si liberaba a Ares -al que habían encerrado en un frasco de cobre durante trece meses-, cedería a sus deseos. Por supuesto Oto estuvo de acuerdo.Pero su hermano Efialtes no. Así que comenzaron una acalorada discusión y Artemisa aprovechó la ocasión para convertirse en ciervo y plantarse en frente de los hermanos. Cuando estos vieron al ciervo, cogieron sus lanzas dispuestos a cazarlo. Los movimientos y saltos de Artemisa eran tan precisos y calculados que, cuando Oto y Efialtes lanzaron sus lanzas, se mataron el uno al otro.
Artemisa, gracias a su inteligencia, salvó al Olimpo entero, dejando patente una antigua y sabia premisa: más vale maña que fuerza.

El Niño que Contó su Vida Anterior


The boy who lived before es un documental que cuenta el caso de Cameron, un niño de Glasgow que con 2 años de edad empezó a contar a su madre que había tenido una vida anterior. Desde esa edad comenzó a relatar como había sido su infancia en una pequeña isla llamada Barra que se encuentra al Oeste de Escocia.

Cameron daba detalles como el color de la casa en la que vivía, que estaba cerca de la playa o los colores de su perro. Cuando el niño fue creciendo, estos datos se volvieron más precisos llegando incluso a dar los nombres y apellidos de los que habían sido sus padres en aquella supuesta vida.

Jim B. Tucker, psiquiatra infatil de la Universidad de Virginia que estudia casos de niños que hablan de vidas pasadas se interesó por el tema. Él ya había investigado otros casos similares, pero este le llamó la atención debido a que era muy fácil contrastar si lo que decía Cameron era verdad, tan solo tenía que ir a aquella pequeña isla para averiguarlo y así lo hizo. Viajo hasta Glasgow para ver al niño y a la madre de este y juntos fueron a la isla.

Efectivamente comprobaron que algunos de los datos que Cameron daba coincidían: la casa era blanca y estaba al lado de la playa, también personas con los apellidos que el niño dio habían vivido en aquella casa probablemente en los años 60.

El Poblado Esquimal que Desapareció


De vez en cuando la policía todavía vuelve a intentar descubrir la causa por la que un pueblo entero de mil doscientos habitantes e incluso los muertos de sus tumbas, se desvanecieron sin dejar ningún rastro, en la oscuridad de un invierno boreal. El misterio comenzó en 1930, cuando el cazador Arnand Laurent y sus dos hijos vieron un extraño destello que cruzaba el cielo septentrional del Canadá. Laurent declaró que la luz cambiaba de forma por momentos, de modo que en un instante era cilíndrica y al siguiente parecía una bala enorme.

Pocos días después, un par de miembros de la policía montada que iban camino del lago Anjikuni se detuvo en la cabaña de Laurent en busca de un abrigo. Uno de ellos explicó que en el lago había “algo así como un problema”. El policía preguntó al confundido Laurent si la luz que había visto se dirigía hacia el lago y éste le respondió afirmativamente.

El policía movió la cabeza sin más comentarios, durante los años siguientes los Laurent no volvieron a ser interrogados. Ese fue un descuido comprensible pues la Real Policía Montada de Canadá ya estaba ocupada en esa época con el caso más extraño de su historia…
Cuando otro cazador, llamado Joe Labelle, marchaba con sus raquetas de nieve hacia el pueblo junto al lago Anjikuni, se sintió agobiado por una extraña sensación de pavor. Normalmente, aquel era un ruidoso núcleo rural de mil doscientas personas y ese día, Joe hubiera esperado oír a los perros de los trineos que ladraban para darle su habitual bienvenida.

Pero las chozas rodeadas por la nieve estaban recluidas en el silencio, y no salía humo de ninguna chimenea.

Al pasar por la orilla del lago Anjikuni, el cazador vio que los botes y los kayaks todavía se hallaban amarrados a la orilla. Sin embargo, cuando fue de puerta en puerta, solamente encontró una soledad misteriosa. Aún estaban apoyados en las puertas los apreciados rifles de los hombres. Ningún viajero esquimal dejaría jamás su rifle en casa.
Dentro de las cabañas, las ollas de caribú guisado estaban mohosas sobre los fuegos apagados hacía mucho tiempo. Sobre un camastro había un anorak remendado a medias y dos agujas de hueso junto a la prenda.

Pero Labelle no encontró cuerpos, ni vivos ni muertos, ni tampoco señales de violencia.
En algún, momento de un día normal -cerca del almuerzo según parecía- se produjo una repentina interrupción en el trabajo diario, pero lo que la vida y el tiempo parecían haberse detenido en seco.

Joe Labelle fue a la oficina de telégrafos y transmitió su informe al cuartel general de la Real Policía Montada de Canadá. Todos los oficiales disponibles fueron enviados a la zona de Anjikuni. Al cabo de unas pocas horas de búsqueda, los policías montados dieron con los perros de los trineos perdidos. Estaban atados a los árboles cerca del pueblo y sus cuerpos se hallaban bajo una sólida capa de nieve. Habían muerto de hambre y de frío.
En lo que fuera el cementerio de Anjikuni, se produjo otro descubrimiento escalofriante. Ahora, era un lugar de grandes tumbas abiertas, de las cuales, bajo una temperatura glacial, alguien se había llevado los cadáveres.

No se veían huellas fuera del pueblo, ni tampoco posibles medios de transporte por los cuales la gente pudiera haber huido. Sin poder creer que mil doscientas personas pudieran desvanecerse de la faz de la tierra, la Real Policía Montada de Canadá amplió su búsqueda. Con el tiempo, la investigación cubría todo el Canadá y continuaría durante años. Pero después de tantos años, el caso sigue sin solución.

sábado, 1 de enero de 2011

Los Misterios de Fantasmas


Son supuestos espíritus o almas desencarnadas que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible, principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición. Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromáticas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas o nebulosas, antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes a veces, que flotan y pueden no tener contorno definido a sus pies. Su aparición no suele sobrepasar el espacio de unos segundos, muy raramente un minuto, y cuando ocurre la temperatura baja sensiblemente, a veces junto a olores penetrantes, ruidos, golpes, música o voces. Su aparición provoca ulteriormente en los seres humanos de su entorno una cierta fatiga o depresión; poseen una carga electromagnética que puede ser medida.

Como las leyendas etiológicas, están ligados a un lugar, una leyenda o un mito; algunos, los llamados residuales, realizan siempre los mismos actos repetitivamente y su actitud no es comunicativa; otras veces sí es consciente, pero termina siendo esquiva y huidiza, hasta el punto de que podría decirse que parecen tener miedo o angustia ante los seres vivos; sólo unos pocos entre ellos son abiertamente hostiles o benéficos.
Algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos; algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso. Obedecen a las leyes de la perspectiva, según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados; se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un período limitado.

Los Enigmáticos Libros de la Sibila de Cumas


Cuando un peligro amenazaba a la República (y más tarde al Imperio), los magistrados romanos intentaban conocer los designios divinos antes de tomar cualquier decisión. Para ello recurrían a diversos métodos, siendo el más habitual la observación de las aves; pero en ocasiones los dioses permanecían mudos o su mensaje resultaba ininteligible. Entonces, como último recurso, y si la gravedad de la situación así lo requería, el Senado ordenaba consultar los Libros sibilinos, una misteriosa recopilación de oráculos que según la leyenda habían sido realizados por la Sibila de Cumas, y en los cuales se encontraba la respuesta a cómo proceder.

Las sibilas eran profetisas del dios Apolo. Durante la Antigüedad existieron varias diseminadas por el mundo helénico. El santuario de la de Cumas estuvo en funcionamiento en torno a los siglos V y VI a.C. en esta colonia griega situada sobre la cima de una montaña volcánica ubicada al noroeste de la bahía de Nápoles. La gruta de la Sibila se encontraba en las faldas del monte.

Quien quisiera consultar a la Sibila debía acudir a la caverna y atravesar su recta galería, de ciento siete metros de longitud, flanqueada por otras doce galerías más cortas a través de las cuales entraban los rayos del sol creando un vistoso efecto de alternancia entre luz y oscuridad. Al final había un vestíbulo en el cual el visitante esperaba a que se le comunicase el veredicto de la Sibila. Según cuenta Virgilio en la Eneida, esta transmitía su oráculo a través de aquellas aberturas laterales mediante cien voces distintas.

En la época imperial hacía tiempo ya que la Sibila de Cumas había callado para siempre. Sin embargo, su fama se conservaba intacta, así como su prestigio.

De ella se contaban muchos hechos maravillosos. Se decía que había nacido en la localidad griega de Eritras. El dios Apolo, que estaba enamorado de ella, había prometido concederle el deseo que quisiera. Ella pidió vivir tantos años como granos de arena pudiese contener su mano, a lo que Apolo accedió, con la única condición de que nunca regresase a su patria. Exiliada en Cumas, vivió más de 900 años, hasta que accidentalmente una carta proveniente de Eritras llegó a su poder. El sello de esta carta era de tierra, y la Sibila, al verla, murió casi en el acto.

Otra leyenda decía que la Sibila olvidó pedirle a Apolo que acompañase el don de la longevidad con el de la juventud. Poco a poco fue envejeciendo, disminuyendo de tamaño y arrugándose, hasta quedar convertida en un ser diminuto al que, como si se tratase de un canario, metieron dentro de una jaula que fue colgada en el templo de Apolo. Cuando los niños se burlaban de ella preguntándole qué deseaba, ella respondía: “Ya solo quiero morir”.

Con respecto a la llegada de los libros sibilinos a Roma, la tradición afirma que la Sibila de Cumas, cuando aún era lo suficientemente joven como para valerse por sí misma, había acudido a Roma a venderle al rey Tarquino el Soberbio nueve libros con sus predicciones. Tarquino se nego, esperando que la Sibila rebajase sus pretensiones económicas, pero entonces ella quemó tres libros, y le ofreció los seis restantes por el mismo precio. Como Tarquino rechazó la oferta, ella repitió la operación. Finalmente, el rey accedió a comprar los últimos tres libros.

Al principio, los libros se guardaban en un cofre de piedra del templo de Júpiter situado en el Capitolio. Su custodia recaía sobre un colegio sacerdotal formado primero por diez miembros (los decemuiri) y más tarde por quince (los quindecimuiri) nombrados entre personajes públicos. Ellos eran los únicos que podían leer los libros, y quienes los interpretaban (empleando procedimientos que se desconocen) cuando su consulta era aprobada por el Senado. Las recomendaciones que extraían de ellos hacían referencia sobre todo a rituales, sacrificios y ceremonias que Roma debía realizar para congraciarse con sus dioses.

En el año 82 a.C. un incendio destruyó el templo de Júpiter, y con él los libros proféticos, que fueron reemplazados por una recopilación de oráculos procedentes de distintas fuentes latinas, griegas y orientales. Octavio Augusto ordenó copiar estos nuevos libros, que eran nueve, y depositarlos en dos cofres de oro ubicados en el templo de Apolo del Palatino. A finales del siglo IV o principios del V, fueron destruídos por el general Estilicón, ya en las postrimerías del Imperio.

Atlas, El Pilar Del Firmamento


Atlas, el más fuerte de los Titanes, era hijo de Jápeto y Clímene, titán y ninfa respectivamente. Prometeo, su hermano, fue castigado por los dioses por haberles robado el fuego y llevárselo a los hombres. Su otro hermano, Epitemeo, se casó con la curiosa e imprudente Pandora, la responsable de abrir la caja que contenía todos los males de la humanidad. El tercero, Menecio, murió por un rayo de Zeus y acabó en el Tártaro, el infierno de la Antigüedad.

Cuando los Titanes se rebelaron contra Zeus, fue Atlas quien los lideró, posicionándose a favor de Cronos. Por otra parte, Prometeo y Epimeteo se aliaron con el enemigo. Esta guerra duró diez largos años, al final de los cuales los Titanes fueron derrotados y desterrados al Tártaro. Todos menos Atlas, para el que Zeus, que tenía mente retorcida, preparó una castigo ejemplar: cargar con la bóveda celeste para toda la eternidad y ser responsable del correcto movimiento de las estrellas.

Atlas aparece en varias historias. Una de ellas fue la de su encuentro con Hércules.

Sabéis que para ser un dios y alcanzar la inmortalidad, Hércules debía llevar a cabo doce tareas. Una de ellas era la de conseguir las manzanas doradas para Eristeo, las cuales se encontraban en el jardín de las Hespérides. Como Atlas era el padre de las criaturas, el famoso héroe pensó que éste podría ayudarle. Así que hizo un trato con el Titán: Hércules sustituiría a Atlas sosteniendo el firmamento un par de horitas de nada para que el gigante fuera en busca de las manzanas.

Atlas regresó puntual con las dichosas manzanas, pero viendo que Hércules sostenía divinamente el cielo, pensó que era la ocasión de tomarse unas largas vacaciones y darse de baja en su pesado trabajo. Y, claro, trató de engañar al héroe diciéndole que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo si le dejaba irse unos mesecitos de nada.

Pero Hércules, que de tonto tenía lo que yo de obispo, se dio cuenta de la faena y le pidió cortesmente a Atlas que, antes de irse a comprar tabaco, le ayudara a ponerse alguna especie de soporte en la cabeza porque le dolían un pelín las cervicales. Atlas estuvo de acuerdo, porque sabía lo fastidioso que era aquello para la espalda. Así que dejó las manzanas en el suelo y le sostuvo un segundo el firmamento para que pudiera ponerse cómodo. Hércules aprovechó la ocasión, cogió las manzanas y se largó de allí, no sin antes darle las gracias a Atlas por el favor concedido, porque era muy educado.

También cuentan que, en uno de sus viajes, Perseo se encontró con el Titán y le pidió ayuda, pero éste se la negó. Perseo, cabreadísimo por el desplante, sacó entonces la cabeza de la Medusa, que era todo menos guapa, y se la enseñó a Atlas, quien inmediatamente se convirtió en una gran montaña, lo que hoy se conoce como el Monte Atlas, sobre el cual descansan el cielo y las estrellas.

Antes de ser condenado por Zeus, Atlas llevó una vida social muy fructífera. Tuvo varias esposas (yo creo que lo de llevar el mundo sobre sus hombros le fue infinitamente más fácil) con las que tuvo a las Hespérides, las Pléyades y las Hyades, y un hijo llamado Hyas, que murió tras ser atacado por un león, que fue colocado en el cielo por los dioses dando origen a la constelación de Acuario. Por su parte, el malvado león, también fue a para allí, justo en la parte opuesta dando lugar a la constelación de Leo. Las Pléyades y las Hyades tuvieron el mismo destino.

Algunos de los familiares de Atlas fueron destacados personajes de la mitología griega: Pirra, hija de su hermano Epimeteo y su esposa Pandora, fue la esposa de Deucalión, y juntos se encargaron de repoblar la tierra una vez finalizado el diluvio. Hermes, padre del dios Pan, fue el mensajero de los dioses y Psicopompo (guiaba a los muertos en su camino al inframundo), era su nieto. Y no sigo porque ya me estoy liando…

Así que, amigos míos, cuando miréis hacia arriba, y aunque no veáis nada a causa de la contaminación lumínica, acordaos de que gracias a Atlas el cielo no cae sobre nuestras mortales y, a veces, locas cabezas.